
Desde el arranque de la molienda de maíz en agosto, nuestra planta ya ha colocado en el mercado más de 2.000 toneladas de DDGS (burlanda seca) y 1.500 toneladas de WDG (burlanda húmeda).
Alcanzar este volumen en tan poco tiempo demuestra la capacidad del equipo para dar una salida comercial sólida y dinámica a estos coproductos.
La burlanda es mucho más que un derivado del proceso industrial. Se trata de un aporte estratégico de proteína y energía para la nutrición animal, que genera valor tanto para el sector agropecuario como para nuestra propia operación.
A través de su comercialización logramos:
- Mayor eficiencia operativa, equilibrando la producción entre burlanda húmeda y seca.
- Procesos más sostenibles, al aprovechar de forma integral los subproductos de la molienda de maíz.
- Un vínculo más estrecho con el sector productivo, creando beneficios compartidos a lo largo de la cadena.
Este primer desempeño confirma que vamos en el camino correcto: una gestión comercial ágil, enfocada en generar volumen, abrir mercado y consolidar relaciones de largo plazo.
La burlanda se perfila así como un pilar clave en nuestra estrategia de economía circular, uniendo la producción de bioenergía con la cadena de nutrición animal.